MUELE DURANTE EL DÍA, BRILLA DE NOCHE

 En la vasta bóveda celeste, Apolo, hijo de Zeus y Leto, hermano de Artemisa, guía al Sol con mano firme y mirada lúcida. Dios de la luz, la música, la sanación y la profecía, Apolo cruza cada amanecer en su carro de fuego, desprendiendo sombras de la tierra y despertando la conciencia de todo lo que respira.

Así como Apolo disipa la niebla y revela la verdad con cada rayo dorado, este molinillo manual se convierte en un pequeño Sol personal, símbolo de claridad que surge cuando la vida cotidiana se transforma en ritual.

 En su centro gira un sol eterno que tritura la hoja y libera la esencia, dando paso a la calma y al fuego interior. Cada giro imita la danza del carro solar que Apolo conduce incansablemente: un movimiento cíclico que nos recuerda que todo renace, todo se purifica, todo se ilumina. 

Bajo este sol, la hierba deja de ser solo hierba. Se convierte en una chispa para la mente y una medicina para el espíritu, tal como Apolo sanaba con su canto y su tacto.

 El aroma que se desprende de cada molienda es un himno silencioso, un eco de la lira que resonaba en los templos helénicos, donde sacerdotes y profetas escuchaban susurros divinos y traducían la voluntad de los dioses.

 Este molinillo honra ese linaje: un objeto sencillo convertido en puerta, rito, rueda de revelación. Cada diente que toca la hoja imita la flecha de Apolo, certera, precisa, luminosa. Al girar, abre el velo de la rutina y deja entrar un rayo de introspección.

 Quien gira este sol, gira su mente. Quien enciende lo que muele, despierta en sí mismo un fragmento de la verdad que Apolo guarda en lo alto de su carroza. En cada chispa de fuego, en cada bocanada de humo, vive la promesa de un momento de claridad.

 Así como Apolo protege a artistas, visionarios y sanadores, este Sol acompaña a quienes buscan momentos de calma, expansión y comunión con lo esencial. Que cada molienda sea un homenaje al dios que brilla desde arriba, un recordatorio de que, incluso en la oscuridad, llevamos dentro de nosotros una chispa solar esperando girar e iluminar.